Lo mejor para ti yo bien quisiera,
la verdad escondida revelada;
búscala, siempre se te dará dada
teniendo a la humildad por compañera.
No te dañe la duda traicionera
que espera que tu alma esté cansada
y en el ocaso se sienta fracasada,
para robar la fe que Dios te diera.
¡Levanta al cielo de nuevo tu mirada!
No temas, que su Amor no se marchita.
Camina siempre humilde y confiada,
Él sabe lo que tú, bien necesitas.
Verás así, tu esperanza colmada
viendo en tu alma a Dios que en ella habita.
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