lunes, 7 de enero de 2008

Que soledad tan sola (1.991, Sevilla)


Qué soledad tan sola
tengo en la vida;
soledad en el alba
soledad en el día;
en las tardes tan solas,
en las noches tan frías.

En el ocaso mi alma
pareció que moría.
Gritó en su agonía;
envuelta en la paciencia
en sí, se recogía.

La tarde nebulosa,
la lluvia que caía
mansa, triste, llorosa;
la noche que venía.
Un místico silencio
en mi alma sentía.

Yo, mirando a lo alto
a solas me decía.
¡Si tomara las alas
del aura que nacía
y encontrara en el cielo
aquello que sabía!

A tu lado ¡Dios mío!
donde la noche es día
¿Quién teme soledades?
¿Quién vive en agonía?

Mi alma en la esperanza
vió llegar el nuevo día
¡tan lleno de canciones,
de paz y armonía!

No tenga soledades
quien en su Dios confía.

No hay comentarios: