Anoche pensé en
ti llena de anhelos,
y entre sueños, soñé con tu presencia,
sentí temor y el dolor de tu ausencia,
lloré bajito en mi desconsuelo.
Ya no pude dormir en mi desvelo,
temí la soledad de mi existencia,
busqué a mi Dios y su eterna clemencia
y en esta "noche oscura", miré al cielo.
La luz de las estrellas refulgentes
y aquel silencio de la blanca luna
se acercaban a mí calladamente.
La inmensidad eterna me envolvía
se cerraban mis ojos dulcemente
sintiendo del Amor su compañía.
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